Algunos conceptos:
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que afectan al sistema hormonal y pueden llegar a provocar enfermedades como el cáncer de mama, malformaciones congénitas del aparato reproductor, enfermedades neurológicas o trastornos cardiovasculares entre otras.
Se han descrito hasta 800 sustancias que pueden actuar como disruptores endocrinos aunque muchas veces no se puede comprobar la causa-efecto. Dioxinas, bisfenoles, metales pesados y muchos más se encuentran en alimentos, en plásticos, en productos de limpieza, en la industria…convivimos con ellos. Sus efectos son acumulativos y pueden transmitirse de generación en generación. Una de las cosas que podemos hacer es informar a los pacientes y darles pautas para evitarlos en la medida de lo posible.
La epigenética se centra en el estudio de los campos de ADN que no implican alteraciones de la secuencia subyacente. Las letras del ADN y las proteínas que interactúan con el ADN pueden presentar modificaciones químicas que cambian el nivel en el que los genes se activan y desactivan. Ciertas modificaciones epigenéticas se pueden transmitir de la célula progenitora a la célula hija durante la división celular o de una generación a la siguiente. El conjunto de todos los cambios epigenéticos en un genoma se llama epigenoma.
Los cambios epigenéticos pueden ayudar a determinar si los genes están activados o desactivados y pueden influir en la producción de proteínas de ciertas células, asegurando que solo se produzcan las proteínas necesarias.
Hay dos tipos de modificaciones: la metilación del ADN y la modificación de las histonas.
La metilación del ADN es un proceso en el cual se añaden grupos metilo al ADN. La metilación modifica la función del ADN cuando se encuentra en el gen promotor. La metilación del ADN actúa para reprimir la transcripción génica. Este proceso es fundamental para el desarrollo normal y se asocia con una serie de procesos clave, incluyendo la impronta genómica, la inactivación del cromosoma X, la represión de transposones, el envejecimiento y la carcinogénesis.
La modificación de las histonas constituye un mecanismo epigenético que controla la expresión génica sin alterar el material genético. En las células, el ADN se encuentra asociado a unas proteínas llamadas histonas, formando así la cromatina. Inicialmente, se pensó que se trataba de elementos estructurales, pero hoy en día se sabe que las histonas están implicadas de forma activa en el metabolismo, la transcripción y la reparación del ADN.
La microbiota es la flora intestinal, el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el tubo digestivo del organismo humano y que mantienen el buen estado de la salud porque actúan como protectoras e inmunomoduladoras.
La existencia de estas bacterias intestinales es esencial para el desarrollo del sistema inmune.
A lo largo de la vida la microbiota puede sufrir modificaciones por los cambios en nuestros hábitos alimenticios. La dieta, los procesos infecciosos, el estrés, los antibióticos, etc son factores que pueden afectar a la flora intestinal.
Algunas patologías están relacionadas con el desequilibrio de la microbiota como la celiaquía o las enfermedades intestinales inflamatorias, la obesidad o el asma, entre otras.
- Los disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que afectan al sistema hormonal y pueden llegar a provocar enfermedades como el cáncer de mama, malformaciones congénitas del aparato reproductor, enfermedades neurológicas o trastornos cardiovasculares entre otras.
Se han descrito hasta 800 sustancias que pueden actuar como disruptores endocrinos aunque muchas veces no se puede comprobar la causa-efecto. Dioxinas, bisfenoles, metales pesados y muchos más se encuentran en alimentos, en plásticos, en productos de limpieza, en la industria…convivimos con ellos. Sus efectos son acumulativos y pueden transmitirse de generación en generación. Una de las cosas que podemos hacer es informar a los pacientes y darles pautas para evitarlos en la medida de lo posible.
- Epigenética
La epigenética se centra en el estudio de los campos de ADN que no implican alteraciones de la secuencia subyacente. Las letras del ADN y las proteínas que interactúan con el ADN pueden presentar modificaciones químicas que cambian el nivel en el que los genes se activan y desactivan. Ciertas modificaciones epigenéticas se pueden transmitir de la célula progenitora a la célula hija durante la división celular o de una generación a la siguiente. El conjunto de todos los cambios epigenéticos en un genoma se llama epigenoma.
Los cambios epigenéticos pueden ayudar a determinar si los genes están activados o desactivados y pueden influir en la producción de proteínas de ciertas células, asegurando que solo se produzcan las proteínas necesarias.
Hay dos tipos de modificaciones: la metilación del ADN y la modificación de las histonas.
La metilación del ADN es un proceso en el cual se añaden grupos metilo al ADN. La metilación modifica la función del ADN cuando se encuentra en el gen promotor. La metilación del ADN actúa para reprimir la transcripción génica. Este proceso es fundamental para el desarrollo normal y se asocia con una serie de procesos clave, incluyendo la impronta genómica, la inactivación del cromosoma X, la represión de transposones, el envejecimiento y la carcinogénesis.
La modificación de las histonas constituye un mecanismo epigenético que controla la expresión génica sin alterar el material genético. En las células, el ADN se encuentra asociado a unas proteínas llamadas histonas, formando así la cromatina. Inicialmente, se pensó que se trataba de elementos estructurales, pero hoy en día se sabe que las histonas están implicadas de forma activa en el metabolismo, la transcripción y la reparación del ADN.
- La microbiota
La microbiota es la flora intestinal, el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el tubo digestivo del organismo humano y que mantienen el buen estado de la salud porque actúan como protectoras e inmunomoduladoras.
La existencia de estas bacterias intestinales es esencial para el desarrollo del sistema inmune.
A lo largo de la vida la microbiota puede sufrir modificaciones por los cambios en nuestros hábitos alimenticios. La dieta, los procesos infecciosos, el estrés, los antibióticos, etc son factores que pueden afectar a la flora intestinal.
Algunas patologías están relacionadas con el desequilibrio de la microbiota como la celiaquía o las enfermedades intestinales inflamatorias, la obesidad o el asma, entre otras.
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